Soy francesa. Incluso si aparecía en una familia de clase alta, prefería permanecer invisible para mis padres y mi hermana que recibir palabras tóxicas cuando no eran daños físicos. Como niña índigo, observé, aprendí sobre las mentes y los comportamientos humanos. Sin la guía de mis padres, encontré herramientas espirituales para crecer por mi cuenta.

Vivía en 4 países diferentes y viajé por el mundo para encontrar gente diferente, culturas diferentes.

Tras 20 años en la dirección de grandes empresas, en 2012, toda mi vida se derrumbó y experimenté una NDA, experiencia cercana a la muerte. La supere un año después, viva, curada y feliz, decidí seguir mi sueño de siempre, mudarme a América Latina. Lo hice y ahora vivo en el hermoso país de Panamá.